¿La apariencia de nuestra comida afecta nuestro apetito?. Esta pregunta parece ya estar resuelta gracias al trabajo de investigadores del Instituto Max Plack.

Según constata Muy Interesante, la imagen de la comida aumenta la concentración sanguínea de la hormona grelina, la responsable de la sensación de hambre.

“La permanente presencia de comida apetecible en los medios puede estar contribuyendo al aumento de peso en occidente”, indicaron los responsables del estudio.

A lo que agregaron que “debemos ser conscientes de que cuando vemos imágenes de comida, los procesos físicos que controlan nuestra percepción del apetito son estimulados involuntariamente”.