El equipo de campaña de Barack Obama acusó este viernes al republicano Mitt Romney, posible adversario del presidente estadounidense en los comicios de noviembre, de haber saqueado empresas y realizado despidos masivos cuando trabajaba en el mundo de los negocios.

Criticado ya por sus rivales republicanos debido a su trabajo a la cabeza del fondo de inversión Bain Capital, el multimillonario Romney ve cómo se abre ante él un nuevo frente tras este ataque que llega, esta vez, del bando demócrata.

Cutter acusó al pre-candidato republicano de haber utilizado fondos de inversores muy adinerados para tomar el control de empresas en quiebra con el objetivo de desvalijarlas y luego revender los activos a precios mucho más elevados, durante su gestión a la cabeza Bain Capital durante los años 1980 y 1990.

Según esta acusación, las operaciones de Romney dejaban a muchos empleados sin trabajo ni prestaciones.

La estratega demócrata acusó también a Romney de haber cerrado más de 1.000 fábricas, tiendas y oficinas, además de reducir los salarios, las prestaciones sociales y las jubilaciones de los empleados.

La próxima primaria republicana, prevista para el 21 de enero, se presenta como la última oportunidad de seguir en carrera por la nominación republicana para los rivales partidarios de Romney: Newt Gingrich, Rick Santorum y Rick Perry.

El equipo de Romney acaba de difundir una serie de anuncios en los que se describe al ex gobernador de Massachusetts como un “hombre de negocios conservador” que ha relanzado a solventes grupos como Sports Authority y Staples.

Romney sigue siendo, con distancia, el favorito en la carrera republicana para alzarse con la candidatura a las elecciones del 6 de noviembre.

Este viernes, un sondeo efectuado entre los electores republicanos de Carolina del Sur coloca al ex gobernador de Massachusetts a la cabeza con 29% de las intenciones de voto, por delante de Gingrich, con 25%, y Ron Paul, un ultraconservador aislacionista de posturas atípicas (20%).