Por primera vez en su historia, el Rally Dakar fue bloqueado el viernes por una impredecible tormenta de nieve en el Paso de San Francisco (4.748 m de altitud), que obligó a la organización a cancelar la sexta etapa de la 33a edición entre la argentina Fiambalá y la chilena Copiapó.

Los organizadores nunca se imaginaron que durante el verano austral en el hemisferio sur la nieve fuera protagonista, lo que los obligó en la noche del jueves a establecer un masivo plan de contingencia llamado ‘Operación Guillaumet’ para que la caravana del Dakar cruzara la cordillera de los Andes.

Etienne Lavigne, patrón del Dakar, un aventurero y hombre de cultura, bautizó el masivo traslado con el nombre del pionero del correo aéreo entre Francia y Sudamérica, Henri Guillaumet, que en 1930 sobrevivió a un accidente aéreo en los Andes cuando volaba su aeronave.

Guillaumet estuvo desaparecido durante cinco días en la inmensa cordillera, vestido únicamente con su chaqueta de piloto, hasta que logró llegar casi congelado a un lugar habitado para salvar su vida.

“Después de la ola de calor en Argentina, donde se ha quedado atascado el termómetro durante 5 días, alrededor de los 42° centígrados, no esperábamos que no pudiéramos pasar la cordillera por las fuertes nevadas”, dijo el director de la carrera, David Castera.

“Teníamos dos opciones: mantener la etapa y tratar de pasar por una desviación por debajo del cuello de San Francisco, pero corriendo el riesgo de accidentes en la carretera o hacerse a un lado e ir en un convoy en la mañana del viernes”, agregó.

La decisión se tomó entonces y primó la preocupación por la seguridad de los pilotos y demás miembros de la caravana.

Pero la ‘Operación Guillaumet’ no fue fácil de implementar. Primero se tuvo que elaborar una hoja de ruta para los competidores, muy por debajo de la presencia de la nieve en la garganta del Paso de San Francisco, que representaba una seria amenaza.

Luego vino la formación de la propia caravana: “enviamos desde el amanecer un camión 6×6 de la organización para abrir el camino y que transportaba médicos equipados con oxígeno”, dijo Castera.

Después partieron los vehículos de carrera, seguidos por los camiones acompañantes, el equipo logístico y los aficionados. Cada grupo estuvo precedido por un vehículo de la organización con médicos.

Se trata de una caravana de 750 vehículos movilizándose, que se extendió sobre 300 km, para cruzar el paso fronterizo entre Argentina y Chile, entre volcanes y nieve.

Los primeros en salir partieron a las 06H00 locales (09H00 GMT) y el último vehículo que debe llegar a la medianoche al campamento base en Copiapó, un pueblo minero que se hizo famoso en 2010 cuando 33 mineros quedaron atrapados a más de 600 metros bajo la tierra durante 69 días.