La madre de un británico acusado por Washington de haber pirateado ordenadores del Pentágono y de la NASA denunció el martes los “ridículos” intentos de Estados Unidos para extraditarlo, e hizo un llamamiento para que su hijo sea juzgado en el Reino Unido.

Las declaraciones de Janis Sharp se producen al día siguiente de que los diputados adoptaran una moción no vinculante para urgir al gobierno a mejorar la protección de los británicos buscados por las autoridades de otros países, y a cambiar en particular el tratado de extradición con Estados Unidos.

La mujer alega que su hijo, Gary McKinnon, un desempleado de 45 años que llegó a ser descrito por las autoridades norteamericanas como “el mayor pirata de todos los tiempos”, sufre de depresión como consecuencia de este proceso, que según ella “ha destruido su vida” y la de su familia.

McKinnon está acusado de haber accedido, entre febrero de 2001 y marzo de 2002, a un centenar de ordenadores de la agencia espacial NASA, de las fuerzas armadas y del Pentágono de Estados Unidos.

El pirata informático, que padece el trastorno autístico conocido como el síndrome de Asperger, admite los cargos pero sostiene que sólo buscaba pruebas de la existencia de los ovnis.

Las autoridades de Estados Unidos insisten en que McKinnon debe ser juzgado en ese país, lo que su familia y sus abogados combaten alegando que un alejamiento podría conducirle incluso al suicidio.

Janis Sharp recordó que la fiscalía británica anunció inicialmente que su hijo “enfrentaba seis meses de trabajos comunitarios”, pero que cuando la justicia estadounidense se hizo con el caso la pena posible aumentó a “60 años”.

“Nuestro argumento es juzgar a Gary aquí y que le den una sentencia proporcional. Pasar de seis meses a 60 años es ridículo”, dijo la madre, que denunció también la duración de un proceso que comenzó hace casi una década.

En el debate del lunes, los diputados pidieron al gobierno que tratara de cambiar el tratado de extradición con Estados Unidos.

El conservador, David Davis, recordó que este tipo de tratados se crearon para tratar sobre todo con los sospechosos de terrorismo pero se utilizaban sobre todo para acusaciones menos serias.

“De 2002 a 2009 hubo 63 extradiciones a Estados Unidos, de las cuales sólo una de un terrorista”, dijo. “Vamos a tener muchos más Gary McKinnons extraditados que Osama bin Ladens”.