La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, denunció este jueves un fallido complot para asesinarla junto con otros ministros, pero los sindicatos y otras autoridades estiman que se trata de un pretexto para extender el estado de emergencia en el país.

Persad-Bissessar dijo que en el “siniestro complot” tenía conexiones con “elementos despreciables” de las fuerzas del orden locales, en reacción al “éxito” del estado de emergencia.

Trinidad y Tobago ha estado bajo estado de emergencia desde el 21 de agosto, lo que ha resultado en la suspensión de libertades cívicas.

Las fuerzas de seguridad locales “frustraron un malvado y ladino acto de traición”, afirmó Persad-Bissessar.

“Nos estamos deshaciendo (…) de estos elementos nefastos, que finalmente se encuentran con un gobierno que tiene la intención política” de enfrentárseles, añadió.

Pero el alcalde de Puerto España, Louis Lee Sing, y el presidente del sindicato de trabajadores de la Banca y Seguros, Vincent Cabrera, acogieron las afirmaciones de la mandataria con escepticismo.

“No tenemos evidencia de que esto sea un intento de asesinato”, aseguró Cabrera. “En todo caso, resulta inverosímil que, justo dos semanas antes del levantamiento del estado de emergencia, otra amenaza se alce ante nosotros. No pueden mantener un estado de emergencia para siempre”, agregó.

“Mi deseo más sincero es que la primera ministra no utilice este último incidente para extender el estado de emergencia”, dijo por su parte Lee Sing.

Más de 100 soldados y policías participaron en el desmantelamiento del ataque, que, de acuerdo con el comisario policial Dwayne Gibbs, llevó al arresto de doce personas, entre ellas miembros de las fuerzas del orden locales.