Las playas doradas de Waikiki, en Hawai, aparecían este sábado desiertas de turistas y pobladas de soldados y policías vestidos de civil, bloqueadas con barreras de hormigón armado, a pocas horas del inicio oficial de la cumbre de 21 países de la cuenca Asia y Pacífico.

Los surfistas hawaianos que diariamente buscan las olas de Waikiki para ejercitarse huyeron del mar, donde patrullaban motos náuticas, lanchas rápidas y hasta buques de guerra, frente a los hoteles.

El presidente estadounidense Barack Obama, nacido en Hawai, era el anfitrión de esta cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en la que participan también el presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda.

La cita, que anualmente congrega a los líderes de la región para aumentar la cooperación y promover el comercio, estaba previsto iniciarse a las 18h15 locales (08H15 GMT del domingo).

En el hotel donde se hospeda Obama, ubicado frente a la línea de mar como el resto de establecimientos de lujo de la zona, una barrera hinchable de color naranja impedía el paso desde el mar.

Los turistas hospedados en el hotel podían sin embargo bañarse a pocos metros de la valla que separaba la suite de Obama y su esposa Michelle del resto del complejo, pudo constatar la AFP.

Por su parte, los habitantes de Honolulu también sufrían las incomodidades que genera semejante dispositivo de seguridad, pues el tráfico de algunas calles de la ciudad estaba totalmente bloqueado, mediante vallas con telones negros.

“Esto se parece a la China comunista, es una locura”, exclamó Marvin Schuster, de 39 años, un turista estadounidense que huyó del frío de Pensilvania (noreste de Estados Unidos) para toparse con una cumbre que durará hasta el domingo por la noche.

“Te arruina las vacaciones tener que quedarte en la habitación del hotel y mirar televisión”, se quejó.

Otros, aprovecharon para dar a conocer sus quejas, como los practicantes chinos del grupo religioso Falun Gong (una suerte de disciplina pacifista, que integra elementos del budismo y taoísmo), perseguido por el régimen en su país.

En sus pancartas podía leerse consignas como “Falun Gong es libertad, orden”.

La seguridad en Honolulu fue reforzada tras la muerte de un ciudadano hawaiano en un restaurante en la madrugada del pasado domingo.

El hombre recibió disparos de un agente de seguridad del Departamento de Estado, que fue detenido y acusado de asesinato. Al parecer, ambos estaban ebrios.