El balance de las inundaciones que afectan a Tailandia desde el mes pasado superó el domingo los 500 muertos, indicó el gobierno, mientras las aguas siguen amenazando el centro de Bangkok.

El balance es ahora de 506 muertos en todo el país, 60 más que en el precedente balance comunicado hace 24 horas. Por ahora, no se ha informado de ninguna víctima mortal en la capital.

Las inundaciones, las peores desde hace décadas, han afectado a millones de personas, sobre todo en el norte y centro del país.

En Bangkok, al menos una quinta parte de la megalópolis de 12 millones de habitantes está anegada por aguas impregnadas de barro, desechos tóxicos industriales y cadáveres de animales, con sus consiguientes riesgos sanitarios.

Las autoridades intentan actualmente evacuar una enorme masa de agua procedente del norte por los canales del este y oeste de la ciudad.

Muchos habitantes de las zonas afectadas optaron por permanecer en sus viviendas a pesar de los riesgos de electrocución, falta de alimentos y agua potable, complicando las tareas de socorro.

Sin embargo, el centro de negocios y finanzas de Bangkok, permanece seco, una situación que llevó a un número creciente de vecinos de la periferia a acusar a las autoridades de sacrificarlos para salvar el corazón estratégico de la capital.

“Si se implementan todas las medidas como lo planeamos podemos salvar a la zona económica de Bangkok”, dijo en un mensaje difundido por la radio la primera ministro Yingluck Shinawatra.

Una barrera de bolsas de arena fue erigida en el norte de la ciudad sobre una distancia de unos 6 kilómetros y se instalaron sistemas de bombeo de agua en algunos barrios, agregó.

El mercado Chatuchak, muy apreciado por los turistas, permaneció abierto este domingo, aunque muchos comerciantes prefirieron no abrir sus tiendas en respuesta a los llamados a la prudencia lanzados por las autoridades.

El metro siguió funcionando normalmente. Un vocero del subterráneo de Bangkok (MRT) indicó el viernes que varias estaciones cerrarían sus puertas si el nivel de las aguas alcanza los 40 centímetros.

El gobierno ha multiplicado declaraciones contradictorias dando la impresión de que ignora hasta qué nivel llegarán las aguas y hasta qué punto el centro de la ciudad está amenazado.

El centro ha quedado casi por completo a salvo de la enorme inundación después de que fueron instaladas barreras a lo largo del río Chao Phraya, que permitieron evitar un desborde del agua durante la alta marea de primavera.

Varios países, incluyendo Estados Unidos, Gran Bretaña, Singapur, Canadá y Holanda recomendaron a sus ciudadanos no viajar por el momento a Tailandia.