El jefe de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, llegó este lunes a Trípoli en una visita sorpresa en el último día de la misión aérea de la Alianza Atlántica, que desempeñó un papel primordial en la caída del régimen de Muamar Gadafi, según un periodista de la AFP.

Siete meses después de los primeros bombardeos de los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra las posiciones de las fuerzas de Gadafi, Rasmussen llegó a Trípoli, donde tendrá reuniones con los nuevos dirigentes libios. Se trata de la primera visita a Libia de un secretario general de la OTAN.

Rasmussen llegó a bordo de un avión de transporte militar Hercules C130 escoltado por dos cazas Mirage franceses.

La visita ocurre tres días después de la confirmación por la OTAN del fin de la operación “Protector Unificado” en la que habían participado 28 países.

“Esta noche, a la medianoche, la operación Protector Unificado concluirá. Tocará entonces a la ONU estar en primera línea de la asistencia internacional a las nuevas autoridades libias”, dijo Rasmussen en el avión que lo transportaba a la capital libia.

El jefe de la OTAN afirmó por otra parte que una intervención militar de la Alianza Atlántica en Siria está “totalmente excluida”, aunque condenó la represión de “las fuerzas de seguridad sirias contra los civiles”.

Una intervención “está totalmente excluida. Nosotros no tenemos ninguna intención de intervenir en Siria”, declaró Rasmussen en el avión.

En Libia, un embargo sobre las armas y unas 26.000 salidas aéreas de la OTAN, entre ellas más de 9.650 con un objetivo “ofensivo”, contribuyeron ampliamente al cambio de régimen, después de más de 40 años de dictadura.

“Gadafi no era el objetivo de nuestras operaciones”, repitió Rasmussen, interrogado sobre la incursión aérea lazada por la coalición sobre un convoy del dirigente derrocado, el 20 de octubre en Sirte, que condujo a su detención, antes de que lo mataran.

“No, no sabíamos que Gadafi estaba en el convoy”, indicó.

“Nosotros golpeamos objetivos militares legítimos y un convoy armado es un objetivo militar legítimo, ya que puede constituir una amenaza para los civiles”, añadió.

La zona de exclusión aérea y un bloqueo naval, aplicados desde el 31 de marzo por la OTAN, terminarán a las 23H59 (21H59 GMT), conforme a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin al mandato que autorizaba el recurso a la fuerza en Libia.

Las nuevas autoridades libias habían solicitado el miércoles el mantenimiento de la OTAN en Libia al menos “hasta finales de año”, al considerar que pese a la muerte del dictador, los hombres fieles a Gadafi aún representan una amenaza.

Pero la OTAN juzgó que los civiles no estaban expuestos a ataques tras la proclamación oficial de la “liberación” del país, el deceso de Gadafi y ña caída de su ciudad natal de Sirte