Muchos afirman que las bacterias que tienen los yogures probióticos tienen efectos digestivos que son beneficiosos para quienes los consumen, pero un estudio reciente cuestionó dichas afirmaciones.

Según constata ABC, fueron científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis quienes analizaron los beneficios de este tipo de lácteos en ratones y humanos.

Se estudió la composición bacteriana y los patrones específicos de expresión genética de las comunidades microbianas del intestino (de humanos y ratones), durante y después de consumir un yogur probiótico durante 4 meses.

Se obtuvo como resultado que tanto en humanos como en ratones, el consumo de estos productos lácteos no logró cambiar la especie y contenido genético de las comunidades microbianas intestinales.

Con respecto a los ratones, los científicos comprobaron que el consumo del yogur incitó cambios en los marcadores metabólicos, especialmente en los relacionados con el procesamiento de los carbohidratos.

Esta investigación concluye que, aunque no queda claro si tomar un yogur es una medida buena para la salud, los resultados muestran que los alimentos probióticos podrían cambiar los microbiomas intestinales de alguna manera más sutil y compleja.