A dos días del duelo final por la investidura socialista a las presidenciales francesas de 2012, que se anuncia ajustado, voces del PS reclamaron a Martine Aubry que baje el tono y “no caiga en la trampa de la denigración” en sus ataques contra el favorito Francois Hollande.

“Los candidatos y sus equipos deben tener en mente que estigmatizar a uno u otro significa herir a una parte del electorado”, advirtió la Alta Autoridad de las Primarias (HAP), instancia interna del Partido Socialista francés que vela por el normal desarrollo de esta inédita consulta en la historia del PS.

Tras subrayar que Martine Aubry y Francois Hollande “pertenecen a la misma familia política”, la HAP los “instó a mantener un debate legítimo evitando las trampas de la denigración y la inevitable sucesión de polémicas”.

Aubry, ex ministra y alcaldesa de 61 años y ex jefa del PS, insistió, aunque intentando bajar el tono, en que Hollande es el candidato “del sistema” y “más fácil a derrotar para Nicolás Sarkozy”. Negó haber “denigrado” a su adversario al que acusa de encarnar una “izquierda blanda” y de falta de experiencia ministerial.

“Tengo mucho cuidado, como leche en el fuego, en que esto no derrape”, respondió Hollande el viernes a la radio RMC. “Yo no participo en la denigración”, agregó, antes de que varios responsables socialistas salieron en su defensa.

“Basta con los derrapes (…) Tienen que pensar que el lunes por la mañana comienza la verdadera batalla frente a Nicolás Sarkozy”, afirmó Jean Marc Ayrault, jefe de los diputados socialistas. Entre éstos, Pierre Moscovici, otro peso pesado del PS, advirtió a Aubry que “no se equivoque de adversario”.

Imprevisto árbitro de estas primarias con el 17% de los votos y en tercer lugar en la primera vuelta, el diputado Arnaud Montebourg, que se erigió en representante del ala izquierda del PS, y en “indignado” que reclama la “desglobalización”, puso fin el viernes al suspenso al anunciar su apoyo a Hollande que el domingo obtuvo el 39% de los votos contra 31% para Aubry.

“A título personal votaré por Francois Hollande, al frente de la primera vuelta”, anunció Montebourg. Pese a considerar que los dos finalistas “son equivalentes” aclaró que “no tengo argumentos que me permitan pensar que Martine está más a la izquierda”.

Montebourg siguió los pasos de Ségolène Royal, eliminada en la primera vuelta con el 7% de los votos que el miércoles anuncio su apoyo a Hollande, su ex pareja durante 30 años y padre de sus cuatro hijos.

Hollande, que afianzó su candidatura en las primarias socialista tras la abrupta desaparición del mapa político del ex director del FMI, afirmó el viernes que si llega a la presidencia de Francia en 2012 “Dominique Strauss Kahn no entrará en un gobierno que yo elija”, al día siguiente de que la Fiscalía de París archivara una denuncia en su contra por intento de violación en 2003 pero reconociera que hubo un delito de agresión sexual.

“Hay reglas y principios”, afirmó Hollande en referencia a la situación del gran ausente de estas primarias socialistas a las que era el gran favorito hasta mayo cuando fue acusado de intento de violación en Nueva York.

Tras una movilización “histórica” de 2,6 millones de electores en la primera vuelta, el PS confía en mantener esa cifra sobre todo con previsiones de un domingo soleado en todo el país mientras una encuesta del instituto OpinionWay otorga 53% a Hollande y 47% para Aubry el próximo domingo.

Es una “primaria claramente abierta” dice el diario Liberation, pues “numerosos electores afirman que aún no tomaron una decisión”.

Tras dos actos de cierre de campaña, en Lille para ella y en París para él, se está acercando la hora de la verda.

“Su unidad y la fusión de sus equipos son condición del éxito en 2012″, les recordó este viernes la Alta Autoridad de las Primarias que ya está organizando la “convención de investidura” prevista para el 22 de octubre en una gran sala de París y al mejor estilo estadounidense.