Cientos de personas, una de las cuales llevaba 10 días acampando, celebraron con gritos de alegría la puesta en venta este viernes del nuevo iPhone 4S en el ‘Apple Store’ de Londres, la tienda más grande del mundo de la empresa norteamericana.

El personal de la tienda repartió números y refrescos a unas 300 personas que esperaban en una larga fila en la turística plaza de Covent Garden, en pleno corazón de la capital británica.

“Soy un gran fan de Apple”, dijo Rob Shoesmith, de 30 años, quien acampó durante 10 días al exterior de la tienda para hacerse con uno de los nuevos dispositivos móviles.

Explicó que durante estos días sobrevivió cambiando accesorios Apple por alimentos y agua, y haciendo llamamientos en las redes sociales para que la gente le trajera víveres.

“Antes trabajaba como basurero, luego presenté una app (aplicación para dispositivos Apple) que tuvo bastante éxito en 2009. Sin la compañía Apple seguiría vaciando cubos de basura”, dijo a la AFP.

A Duncan Hoare, un agente de cambio y bolsa londinense de 42 años, que esperaba desde el martes, lo que le llevó hasta la tienda fue la desaparición del cofundador de la marca, Steve Jobs, que murió la semana pasada la semana a consecuencia de un cáncer a los 56 años de edad.

Su fallecimiento “hizo que todavía quisiera más un iPhone”, admitió.

“Estaba destrozado, no me lo podría creer (…) Él era Apple, la creatividad que aplicó a los productos Apple es lo que los hizo especiales”.

En la cola había también usuarios frustrados de BlackBerry, el dispositivo rival que dejó a millones de usuarios sin correo electrónico o conexión a internet durante cuatro días esta semanas debido a una avería que suscitó una oleada de protestas en todo el mundo.

“Hacía semanas que quería cambiar” mi BlackBerry por un iPhone, dijo Kat Golub, de 22 años. “La pantalla es más grande, con el ratón del BlackBerry no puedo hacer nada durante 30 segundos porque se congela. Y he tenido problemas con él esta semana”, dijo esta joven empleada de una compañía discográfica.