El español Rafael Nadal, primer cabeza de serie en el torneo ATP de tenis de Tokio y segundo en la lista mundial, jugará la final de la cita de la capital nipona ante el escocés Andy Murray, el segundo favorito, que derrotó este sábado al también español David Ferrer (N.3).

Nadal logró su pase a la final tras derrotar al estadounidense Mardy Fish en semifinales. El mallorquín ganó al norteamericano, que jugaba como cuarto preclasificado, en dos mangas, por 7-5 y 6-1.

Ante Murray, que ganó a Ferrer en dos mangas, por 6-2 y 6-3, Nadal defenderá el domingo el título del torneo de Tokio que ganara la pasada temporada frente al francés Gael Monfils.

Para Nadal, esta participación en la cita tokiota supone su primer torneo ATP desde la final perdida el pasado mes ante el serbio Novak Djokovic en el Abierto de Estados Unidos, aunque el mallorquín ya estuvo después con España en la victoria sobre Francia en las semifinales de la Copa Davis.

Tras la victoria sobre Fish, la estrella española se mostró satisfecho con cómo ha podido mejorar respecto a partidos anteriores.

“Hicimos algunas cosas mejor hoy. Jugué bien con la vaselina, tuve mejores sensaciones cuando estaba jugando puntos largos con globos. Cuando tuve la oportunidad, pude atacar mucho mejor que como lo hice ayer”, dijo sobre su evolución con respecto a los cuartos, en los que superó el viernes al colombiano Santiago Giraldo por 7-6 (8/6) y 6-3.

Por su parte, Murray cumplió en semifinales ante Ferrer -campeón en Tokio en 2007- con un triunfo por 7-5 y 6-1, que continúa reforzando su confianza, tras el éxito de hace una semana en Bangkok.

“Jugué bien desde el principio hasta el final. Saqué muy bien en el segundo set y no le di muchas opciones. Utilicé una gran variedad de servicios e intenté ser agresivo”, resumió el escocés.

Sobre el partido del domingo ante Nadal, vaticinó que será una dura batalla y que los aficionados nipones podrán presenciar un bello duelo.

“Él siempre es difícil de ganar. Ganó aquí el pasado año, así que las condiciones de aquí le vienen bien. Me gusta la pista dura, crecí jugando en ella, así que es una superficie en la que me siento bien”, explicó.

La cita del circuito de la capital nipona se juega sobre pista dura y reparte 1,2 millones de dólares en premios (unos 900.000 euros).