El trayecto que debe hacer un visitante a Juan Fernández es casi una travesía, y una vez que logran descender del avión tienen que recorrer un largo camino por tierra, para luego embarcarse por más de una hora y llegar hasta el poblado de San Juan Bautista en Bahía de Cumberland.
Cabe recordar que el alcalde de Juan Fernández, Ricardo González, habló con el Presidente Sebastián Piñera, en su visita al aeródromo de Robinson Crusoe el miércoles pasado, en donde se acercó y le hizo 3 peticiones en torno al equipamiento aéreo, para dar una solución a los problemas de conectividad que posee el archipiélago.
En la oportunidad, el edil requirió mejor iluminación para el centro aéreo, además de instrumentación técnica correspondiente a la pista y, por último, finalizar el camino que une Bahía de Camberland con el aeródromo.
A esta última obra le faltan cerca de 7 kilómetros para conectar ambos puntos, mientras que su costo ascendería a cerca de 7000 mil millones de pesos, según indicó González.
Hasta hoy, según indicó el alcalde, los aviones no pueden aterrizar de noche y deben esperar “hasta que aclare cuando hay emergencias”.
Lo anterior, denota los serios problemas de conectividad del archipiélago, no sólo en su conexión con el continente, sino también en las condiciones en las que se desenvuelven los isleños.
Archiélago Juan Fernández | Wikipedia (CC)
En la imagen queda al descubierto la distancia que hay que recorrer hasta el poblado de San Juan Bautista, el cual se encuentra al extremo contrario de donde está emplazado el aeródromo de Robinson Crusoe.
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