La matanza que ha conmocionado a Noruega no impedirá que 4.000 tiradores participen la semana próxima en una competición pocos días después de la tragedia, en un país que tiene una relación muy especial con las armas.

El hecho de que Noruega cuente con un arma por cada cinco habitantes se debe a la enorme popularidad de la caza. Y esto explica que no se hayan oído voces que pidan una legislación al respecto después de que un hombre solo armado mató a 68 personas en una isla el viernes pasado.

El impacto de esta tragedia en el amor de la población por las armas ha conducido a la anulación de la cobertura televisada de la competición de la Asociación Nacional de Armas de Fuego (NDFS) que se celebrará en Bodö, justo al norte del círculo polar.

Rune Haug, un periodista deportivo de NRK, explicó a la AFP que el canal tenía previstas en principio 15 horas de directo sobre la competición. Pero ha privilegiado “la tragedia” y se limitará a proponer extractos en sus noticieros.

La NDFS precisa en su página de internet que fue creada por el Parlamento en 1893 para “promover el aprendizaje del tiro y preparar así a la población para la defensa nacional”.

Financiada en parte por por el ministerio de Defensa, la NDFS cuenta con 900 clubes de tiro y 160.000 tiradores regulares.

El vicepresidente de la NDFS, Jarle Tvinnereim, declaró que este “gran acontecimiento familiar” que reúne a unos 4.000 tiradores de 11 a 90 años se celebrará “insistiendo en el trabajo de duelo”.

“Hemos hablado con el ministro de Defensa antes de tomar la decisión de seguir. El viernes tendrá lugar una ceremonia de homenaje a las víctimas de los ataques”, precisó.

Espem Sarstad, portavoz de la Asociación Noruega de Caza y Pesca (NJFF), declaró a la AFP que su asociación era la primera afectada por este “triste episodio”. Pero no cree que esta tragedia vaya a frenar el futuro de la caza.

“Noruega tiene una tradición de caza muy fuerte, de más de 10.000 años”, dijo. “La caza condujo al Hombre hasta Noruega después de la glaciación”, añadió.

“Sí pienso que podría restringirse la compra y tenencia de armas de fuego y el tipo de armas que podemos utilizar. No estamos inquietos, probablemente sea una discusión sana después de lo sucedido”, reflexionó, y agregó que la restricción probablemente afecte a las armas semiautomáticas empleadas por los cazadores.

Sarstad no sabe si Anders Behring Breivik era miembro de la NJFF, pero “es posible ya que compró un arma. Para comprar un arma hace falta tener una buena razón y ser cazador lo es”.

Vildar Nilsen, experto en armas en la NJFF que integra una comité de revisión de la legislación de las armas, estima que hay “al menos un millón de armas de caza y de competiciones, entre pistolas, fusiles y metralletas” en Noruega, un país de cinco millones de habitantes.

Le parece difícil saber si las cosas habrían sido diferentes si el tirador hubiera utilizado un fusil en lugar de un arma semiautomática.

Con un fusil “puedes disparar probablemente de 20 a 30 municiones, depende de tu entrenamiento y del número de cargadores. Con un semiautomático puedes disparar más munición”, añadió.

El comité de revisión recomendó el año pasado “una renovación completa de la ley, que es obsoleta”. Debería pronunciarse en noviembre o diciembre, pero Nilsen estima que todavía es pronto para saber lo que se decidirá sobre las armas semiautomáticas.