El partido socialista del jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, materializará probablemente en los comicios del domingo su caída en los sondeos desde que empezó la crisis, mientras en la calle miles de personas piden desde hace días “democracia real”.

El fin de campaña podría verse empañado por el desalojo por parte de la policía de los concentrados en la céntrica Puerta del Sol desde inicios de la semana, después que la autoridad electoral indicó el jueves que no pueden manifestarse ni el sábado, por ser día de reflexión anterior a los comicios, ni el propio domingo.

Las protestas llevaron incluso al partido del ejecutivo a modificar el lugar del mitin de Zapatero del viernes para alejarlo de la Puerta del Sol de Madrid.

Varias ciudades acogieron además concentraciones de este movimiento, que reclama reformas más justas en un momento en que la economía española intenta salir de una recesión que disparó el desempleo del 8% al 21% (44% para los menores de 25 años), ambos récords en la Unión Europea (UE).

“Hay que escuchar” a los jóvenes acampados en Sol “porque hay razones para que expresen ese descontento”, reconoció Zapatero el jueves.

A pesar de que el mandatario anunció en abril que no será candidato a un tercer mandato en las elecciones de 2012, con el objeto de que el 22 de mayo no sea un plebiscito contra él, se prevé una fuerte derrota del PSOE, muy afectado desde hace dos años por la crisis, en beneficio del conservador PP.

Según los últimos sondeos, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) podría perder al menos dos gobierno regionales, Castilla-La Mancha (centro) y Extremadura (suroeste) y las alcaldías de Barcelona y Sevilla en estos comicios para elegir todos los ayuntamientos y los parlamentos de 13 de las 17 regiones.

“El efecto del anuncio de Zapatero será muy limitado”, “su desgaste es muy importante”, por lo que los socialistas “no se librarán de ese voto de castigo”, explica a la AFP el analista político Josep Ramoneda.

Tras la victoria de Zapatero frente al Partido Popular (PP) en los comicios generales de 2004 y 2008, la derecha gana al PSOE en las encuestas de intención de voto desde mediados de 2009 por culpa de la recesión, de la que está saliendo ahora con dificultades, y de los fuertes recortes decididos por el ejecutivo para hacerle frente.

Y “después del 22-M ,el PSOE entrará en una crisis muy profunda; será difícil que Zapatero llegue al final de su mandato y se va a librar una batalla sucesoria absurda” en el partido socialista, vaticina.

Unos 34,6 millones de personas están llamados a votar el domingo para elegir a 8.116 alcaldes, algo más de 68.400 concejales municipales y 824 diputados de los parlamentos de 13 de las 17 comunidades autónomas españolas (no se votan los gobiernos regionales del País Vasco, Cataluña, Andalucía y Galicia, que convocan en otras fechas).

Según las últimas encuestas publicadas por los diarios el domingo, el PP arrebataría al PSOE al menos dos bastiones tradicionales, la región de Castilla-La Mancha con más del 47% de los votos, así como Extremadura.

Los socialistas perderían además dos alcaldías históricas, la de Sevilla y la de Barcelona, que pasaría a manos de los nacionalistas conservadores de CiU.

Ello llevaría a que en ninguna de las cuatro mayores ciudades españoles gobierne el PSOE, ya que se espera que Madrid y Valencia se consoliden como feudos del PP.

Para Ramoneda, “el estado del PSOE en este momento queda reflejado en que la batalla principal sea por Castilla-La Mancha y no por Madrid y Valencia”, la primera y tercera ciudad española, donde “no hay ni batalla”.

De cara a la cita de 2012 está por ver si una posible candidatura del actual número dos del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, muy bien valorado en las encuestas, podría ganar ante el líder del PP, Mariano Rajoy, que sigue acusando su falta de carisma, o sólo limitar el batacazo socialista, como apuntan algunos observadores.