El enviado especial de Estados Unidos a Medio Oriente, George Mitchell, renunció tras dos años en el cargo, anunció el gobierno estadounidense este viernes, en una decisión que podría complicar más aún el estancado proceso de paz árabe-israelí.

El presidente Barack Obama anunció oficialmente la renuncia del “infatigable” enviado especial para Medio Oriente, del que recordó que se había comprometido por dos años cuando aceptó la misión en enero de 2009, a la edad de 75 años.

Obama, quien reafirmó su compromiso de alcanzar la paz entre Israel y los palestinos, anunció también que el actual emisario adjunto en la zona, David Hale, sustituirá a Mitchell de manera interina.

La sorpresiva renuncia del veterano diplomático ocurre pocos días antes del muy esperado discurso de Obama sobre los movimientos de protesta que inundan las naciones árabes, previsto para el jueves próximo.

“Que esto es un tema delicado, un tema extraordinariamente delicado, no es una novedad para cualquiera… que alguna vez haya trabajado en esto durante todos estos años”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

“Pero el hecho es que es importante, y el presidente está comprometido en continuar trabajando en ello”, agregó.

Obama nombró a Mitchell como enviado especial para Medio Oriente al comienzo de su mandato en 2009, con la esperanza de que el ex senador aportara sus habilidades de negociación en el conflicto árabe-israelí.

Mitchell, que consiguió contra todo pronóstico negociar el acuerdo histórico del Viernes Santo en Irlanda del Norte en 1988 que acabó con décadas de amargo conflicto, se ha mostrado incansable en sus esfuerzos en Medio Oriente.

Pero dos años después y pese a numerosos viajes y conversaciones a puerta cerrada, Israel y los palestinos no están más cerca de lograr el tan esperado acuerdo de paz.

Ambas partes se han negado a ceder en algunos de los temas más espinosos del conflicto, como la construcción de asentamientos israelíes en territorios palestinos y el estatuto definitivo de Jerusalén, reclamada por unos y otros como su capital.

La última oferta de Washington para reactivar las conversaciones de paz directas entre ambas partes, en septiembre de 2010, fracasó menos de un mes después, cuando Israel rehusó a extender una moratoria en la construcción de asentamientos en Cisjordania.

El panorama político se enturbió más la semana pasada, después de que el presidente palestino, Mahmud Abbas, firmara sorpresivamente un acuerdo de unidad con el movimiento islamista Hamas durante la secular fiesta de Fatah.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu denunció el acuerdo como un “duro golpe al proceso de paz”.

Mitchell, quien durante la administración del ex presidente Bill Clinton encabezó una misión de investigación para el Medio Oriente en 2000, renuncia justo cuando el proceso de paz está siendo relegado de la agenda de Washington.