Parte la tercera semana de gestión del nuevo Intendente del Bío-Bío, Víctor Lobos, quien avanza en iniciativas concretas, pero aún no realiza cambio alguno de las autoridades que rodeaban a la ex máxima autoridad regional Jacqueline Van Rysselberghe, requerimiento básico que provino desde distintos sectores.

El cultivo de malas relaciones al interior del oficialismo en la región, pareciera que quedó en el pasado. Sin embargo, éstas existieron y podrían aflorar apenas se genere una pequeña crisis, porque los cuestionamientos iniciales a la ex administración tuvieron como raíz la repartición de cargos, que obviamente favoreció al partido de Van Rysselberghe, la UDI, por sobre RN.

Conoce los detalles en la crónica de María Elizabeth Soto: