La agencia marítima de Naciones Unidas lanzó este jueves en Londres un nuevo “plan de acción” para luchar contra la piratería marítima, que en 2010 alcanzó niveles récord con 1.130 marinos secuestrados frente a las costas somalíes.

“La piratería es una amenaza global” que “parece ir un paso por delante de los esfuerzos de la comunidad internacional”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ante los países miembros de la Organización Marítima Internacional (OMI).

“La situación en las costas somalíes es totalmente inaceptable”, subrayó.

En los 12 últimos meses, se registraron 286 actos de piratería en esa zona, según la OMI. 67 barcos fueron secuestrados, con 1.130 tripulantes a bordo. 714 de estos marineros siguen en manos de los piratas, al igual que 30 barcos. Los rescates pedidos por ellos ascienden a varios miles de millones de dólares.

El coste de la piratería está estimado en entre 7.000 y 12.000 millones de dólares anuales, según un estudio del prestigioso instituto de Relaciones Internacionales londinense Chatham House.

La comunidad internacional tiene dificultades para hacer frente a esta escalada. La utilización creciente de “barcos nodriza” -que pueden llevar a bordo lanchas rápidas para llevar a cabo los ataques- es “preocupante”, señaló el presidente de la mayor organización marítima privada, BIMCO, Robert Lorenz-Meyer.

El plan de acción espera aumentar la presión política para liberar a los rehenes, reforzar la protección de los barcos, promover la coordinación entre Estados, ayudar a los Estados vecinos para que puedan arrestar y juzgar a los piratas, y ayudar a Somalia a instalar una vigilancia eficaz en sus costas.

La OMI reconoce que “resolver los problemas políticos de Somalia y crear las condiciones de una estabilidad del país puede tomar tiempo”.

Ban Ki-moon subrayó que la ONU autorizó que se reforzara la misión africana en Somalia, cuyos efectivos deben pasar de 8.000 a 12.000 hombres.

También se construyó una prisión en Somalia, en parte gracias a fondos británicos, y una segunda está en proyecto.

Entre las nuevas recomendaciones hechas a los navíos figuran registrarse con las fuerzas navales presentes en las zonas de riesgo y cubrir los cascos de los barcos con alambrada de espino para dificultar los abordajes.