Una inusual (y conveniente) protesta llevaron a cabo miles de jóvenes holandeses este viernes, luego que agotaran en pocas horas las entradas para un festival de rock que se va a realizar recién en agosto y del que ni siquiera se sabe qué artistas van a presentarse.

La venta extremadamente anticipada fue una invitación a protestar de los organizadores del Lowlands Festival, ante un reciente proyecto del gobierno que aumentaría notoriamente los impuestos a las presentaciones artísticas, de un 6% a un 19%, desde el 1 de enero de 2011.

Y los asistentes respondieron, agotando las 45.000 localidades para el recital que tendrá lugar del 19 al 21 de agosto del próximo año, y para el que aún no se ha anunciado a ninguno de los artistas que tomarán parte del show, relato la Associated Press.

Sin embargo la acción significó un primer golpe para el gobierno holandés, ya que permitió a cada asistente “ahorrarse” 20 euros de impuesto (unos 12.700 pesos chilenos). Es decir, dejaron de entrar 900.000 euros al erario fiscal (más de 570 millones de pesos chilenos).