Las gemelas siamesas Montserrat y Maite, que compartían toda la pared torácica, pericardio, hígado y gran parte de los intestinos, fueron separadas tras un procedimiento quirúrgico que duró 11 horas, y en el que participaron 12 cirujanos pediatras, cuatro anestesiólogos, tres enfermeras, cuatro arsenaleras y seis auxiliares de enfermería, además de todo el personal de apoyo.

Esto ocurrió en la Clínica Alemana, el 10 de julio de este 2010, y hoy fueron dadas de alta para ser trasladadas al Hospital Padre Hurtado, ubicado en las cercanías del paradero 28 de Santa Rosa, en cuyas cercanías viven sus padres, Marcela Burboa, de 16 años, y Rodolfo López, 23 años, lo que les permitirá permanecer más tiempo con ellas. Las siamesas habían nacido en la misma clínica el 15 de marzo de este año.

Las pequeñas estuvieron hospitalizadas en la Clínica Alemana, bajo el programa de beneficencia de este centro de salud, y hoy están fuera de riesgo y presentan una positiva evolución.

El doctor Francisco Saitua, cirujano infantil a cargo del equipo que separó a las hermanas, explicó que dada la satisfactoria evolución, hoy ambas pequeñas tienen altas posibilidades de tener una vida normal en el futuro. “Hemos trabajado fuertemente en la neurorrehabilitación: Ya son capaces de jugar en su cunita y de comunicarse con sus papás y con el medio que las rodea”, dijo.

La mamá de las niñas expresó estar muy contenta con la evolución que han tenido. “Mis hijas son preciosas, amorosas, nos reconocen a nosotros y a las enfermeras. Cuando miro hacia atrás, hace unos meses, veo mucha diferencia, ahora ellas se ríen y juegan. Eso lo soñé muchas veces”, expresó Marcela.

El director del Hospital Padre Hurtado, doctor Ernesto Behnke, destacó que la intervención a la que fueron sometidas las gemelas siamesas es fruto de la complementariedad público y privada que la clínica y el hospital ejercen en distintos ámbitos de la medicina.

“Este es un convenio que tenemos hace ocho años con Clínica Alemana que ha permitido resolver problemas muy complejos, los que para el sistema público a veces son difíciles de abordar”, aseguró Behnke.

De acuerdo con el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Alemana, Jorge Roque, se espera que las niñas comiencen una vida cada vez más normal.

“Hemos visto cómo ellas han ido progresando. Ahora, lo que necesitan es crecer, para desarrollarse y alcanzar todas sus potencialidades como cualquier niño”, expresó.