El dueño de una discoteca de la ciudad argentina de Córdoba (centro) encerró la madrugada del sábado durante más de dos horas a unos 200 clientes para evitar que ingresaran inspectores al local que luego fue clausurado, informó el organismo de control.

El propietario de la discoteca ‘La Sorda’ “nos vio llegar, bloqueó las puertas del local y recién luego de dos horas los clientes, unos 200, lograron salir por una de las ventanas”, dijo Martín Porrini, subdirector de Control de Córdoba, capital de la provincia homónima y segunda ciudad de Argentina.

Una vez que lograron ingresar, los inspectores constataron que en ‘La Sorda’ se expendían bebidas alcohólicas pese a una veda y clausuraron el establecimiento.

Porrini señaló que el local, ubicado en pleno centro de Córdoba, “trabaja en la clandestinidad porque no tiene ninguna documentación”, y denunció que fue clausurado “innumerable cantidad de veces, pero siempre consigue reabrir”.