Siete manifestantes, entre ellos una adolescente, murieron este domingo en el Cachemira indio en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, anunció la policía, lo que deja un balance de 12 muertos tras tres días de violencias.

India

India

Con estas nuevas víctimas ya son 30 los muertos, en su mayoría hombres menores de 20 años de edad, en choques con las fuerzas de seguridad en esta región de mayoría musulmana desde el 11 de junio. Ese día un estudiante de 17 años murió por un disparo de gas lacrimógeno de la policía, lo que desencadenó una ola de protestas que aquejan desde entonces a la región.

Este domingo tres personas murieron en Pampore, una ciudad situada a unos 13 km al sur de Srinagar, capital de verano del Estado indio de Jammu y Cachemira.

La policía indicó que disparó en dirección de una importante cantidad de manifestantes que no logró dispersar utilizando gases lacrimógenos y matracas. Dos jóvenes y una menor de 17 años murieron.

A pesar del toque de queda impuesto el sábado, miles de personas manifestaron en Pampore bloqueando el principal eje de circulación y atacando al personal de seguridad, según la policía.

La muerte de estas tres personas desencadenó otras acciones de protesta en el vecino pueblo de Jrew, en donde una multitud atacó un destacamento policial obligando a los uniformados a refugiarse en su interior.

Los manifestantes provocaron un incendio en el edifcio y las llamas, que alcanzaron un arsenal de explosivos, provocó una serie de explosiones en las que murieron al menos cuatro manifestantes, explicó a la AFP por teléfono un responsable de la policía local.

Podrían encontrarse más cuerpos debajo de los escombros del destacamento policial que terminó prácticamente destruido, según el oficial de policía.

Estos recientes enfrentamientos son la consecuencia de la violación por los manifestantes del estricto toque de queda impuesto por las autoridades indias en todas las ciudades del valles de Cachemira.

Desde 1989 la región es el escenario de una insurrección antiindia que dejó más de 47.000 muertos.

El control de Cachemira, dividido en dos y administrado de un lado por Nueva Delhi y del otro por Islamabad, fue la causa de dos de las tres guerras que opusieron a ambos países desde el desmantelamiento del Imperio de Indias en 1947.

Los partidos proindios reclaman una autonomía regional mientras que los separatistas moderados exigen su independencia y los radicales continúan militando por una anexión a Pakistán.