El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, reconoció que no hubo juego limpio en la final del Mundial de Sudáfrica, donde España se impuso en tiempo extra por 1-0 a Holanda para obtener su primer título en la historia.

En conferencia de prensa, el máximo directivo criticó a los jugadores de ambos equipos al decir que no ayudaron al árbitro inglés Howard Webb, sobre quien no emitió mayores juicios pese a su discreto cometido.

“La final no fue exactamente lo que esperábamos en cuanto al juego limpio. Ahora, no me corresponde a mí juzgar el desempeño de los jueces. Lo único que puedo decir es que fue un partido difícil y que (los jugadores) no ayudaron”, aseguró.

Recordar que Webb mostró 14 tarjetas amarillas (5 a España), una cifra récord para la final de un Mundial, y una roja al defensor holandés John Heitinga. Sin embargo, el juez debió expulsar al zaguero hispano Carles Puyol por detener como último hombre a Arjen Robben y mucho antes el tulipán Nigel de Jong debió ver la roja por una alevosa plancha en el pecho a Xabi Alonso en el primer tiempo.