Evitando referirse a la situación del sacerdote Fernando Karadima, los fieles de la iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque en la comuna de Providencia asistieron a la tradicional misa del domingo.

Si en jornadas anteriores los parroquianos defendieron a viva voz la figura del cura, en esta ocasión desistieron de opinar respecto de las acusaciones de abuso que pesan en su contra.

En lo que respecta a la decisión del “procurador de justicia” de la Iglesia Católica que anunció el pronto cierre de su indagatoria, los pocos seguidores de Fernando Karadima que quisieron hablar señalaron que el destino del sacerdote está “en las manos de Dios”.

La gran mayoría de los asistentes a la misa del domingo insistieron fuera de micrófono en la frase “déjenlo tranquilo” y se retiraron molestos por, a su juicio, la insistencia en el tema.