Las brasileñas Maria Luiza y Maria Luana, siamesas isquiópagas, fueron separadas con éxito tras una compleja cirugía que llevó más de 14 horas, aunque todavía corren riesgo de muerte, informó este miércoles a la AFP el cirujano tratante.

“En términos de cirugía fue perfecta. Sin incidentes, conseguimos separarlas con vida”, afirmó el cirujano pediátrico Zacharias Calil, del Hospital Materno Infantil de Goiania, estado de Goiás (centro), tras la operación de las pequeñas que estaban unidas por el tórax, el abdomen y la cadera, y tenían tres piernas.

Sin embargo, las niñas de un año y cuatro meses todavía corren riesgo de muerte y hay que esperar cómo responden los órganos luego de la cirugía, que comenzó la mañana del martes y llevó unas 14 horas y media con la participación de unas 40 personas.

Los aspectos más complejos de la intervención fueron la separación de la pelvis, que estaba muy unida, y los riñones que estaban cruzados: “el canal uréter de Luiza estaba en la vejiga de Luana” y viceversa.

En este aspecto Luana es la que presenta el panorama más complicado pues quedó con sólo un riñón, y posiblemente ya este miércoles deba ser sometida a un tratamiento con diálisis, informó el cirujano.

La recuperación de las pequeñas, internadas en cuidados intensivos, “va a depender del funcionamiento del riñón” principalmente, explicó Calil.

Otra gran preocupación de los médicos era el hígado, el cual compartían. “Pero para nuestra sorpresa presentaban estructura separada, con eso fue más fácil”, afirmó el especialista.

Sin embargo, otro aspecto que afectará la recuperación de Luiza es su pulmón: “El gran problema es el pulmón de Luiza, porque el hígado de Luana estaba dentro del tórax de Luiza y eso fue un factor que complicó” la situación.

A su vez, la tercera pierna que surgía entre las pequeñas como si fuera una espina dorsal fue totalmente retirada, y su estructura ósea y muscular fue empleada para la reconstrucción de otras partes, explicó Calil.

Maria Luiza y Maria Luana son un caso raro de siamesas isquiópagas tripus, el segundo tipo más complejo luego de aquellos unidos por el cráneo, y viajaron a Goiana desde el humilde barrio de Beberibe, en la zona norte de la ciudad de Recife (noreste de Brasil).

La condición de las niñas fue detectada a los cinco meses de embarazo, y dado el complejo sistema anatómico que presentan la posibilidad de éxito para las dos es de 50%.

“Es más arriesgado que ellas se queden así (unidas), que hacer la cirugía. Y si no hacen la cirugía ahora que no tienen conciencia de lo que les pasa, después van a preguntar”, había declarado la mamá de las niñas, Larissa Nunes, una bailarina de 22 años, a la AFP durante una entrevista junto a las pequeñas en Recife en noviembre.

La intervención para separar a Luiza y Luana requirió el trabajo de 40 profesionales y cuesta un millón de reales que cubre el Estado de Goiás.

Los médicos todavía no tienen una previsión de cuanto tiempo permanecerán internadas en terapia intensiva: “Pueden ser uno, dos, tres meses, no sabemos”, afirmó Calil.

De hecho, la etapa pos operatoria es uno de los momentos más delicados, donde el surgimiento de infecciones puede provocar serias complicaciones.

El número de siameses en Brasil viene aumentando y actualmente se registra un caso por 100.000 nacidos vivos, explicó Calil, que lo atribuye a las alteraciones al medioambiente y el uso indiscriminado de agrotóxicos.

El doctor Zacharias Calil es una referencia nacional para casos complejos de siameses.