El centro de alerta de maremotos anunciado el año pasado en Talcahuano, nunca entró en operaciones y peor aún nunca podría haber alertado sobre un tsunami, a pesar de que se invirtieron más de 40 millones de pesos.

Talcahuano después del maremoto

Imagen: Solange Garrido

A inicios de octubre del año pasado se anunció con “bombos y platillos” la primera piedra de la Oficina de Alertamiento Temprano y Protección Civil, que en aquella ocasión se dijo tenía como finalidad anunciar un eventual maremoto.

La Municipalidad de Talcahuano en alianza con el Departamento Ciencias de la Tierra Universidad de Concepción, anunciaron la instalación de un sismómetro, para detectar la magnitud de terremotos a 3 mil kilómetros y alertar sobre un tsunami.

En su momento el geólogo, Adriano Ceccioni, dijo que la idea era en minutos tener la información. Sin embargo, tras los sucesos del 27 de febrero, resulta que ahora el académico reconoce que ni con los cuatro sismógrafos que se pretendían instalar en la región, podrían haber sabido de un maremoto.

Peor aún dice que por problemas de agendas del municipio y la universidad, el sismógrafo nunca entró en operaciones. Y por si fuera poco, la famoso centro no podría haber alertado a nadie, porque sólo iba a funcionar en horario de oficina.

El alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, reconoció que ellos estaban buscando como financiar un turno de noche y después de cinco meses dice que efectivamente no tenían como alertar un tsunami, ya que tampoco tienen facultad legal.

Las instalaciones también sufrieron las consecuencias del terremoto y se deberán demoler en los próximos días, quedando en el olvido, tal como el rimbombante anuncio de octubre del año pasado.