A más de 2 semanas de ocurrido el terremoto y posterior tsumani que azoló a la zona centro-sur del país el pasado 27 de febrero, más de un 50% de los empresarios del comercio estima una caída en sus ventas como consecuencia de la catástrofe.

Lo anterior según una encuesta que realizó la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) entre sus asociados para conocer las dificultades por las que atraviesan las empresas y los puntos de venta, sus proyecciones futuras, así como los mecanismos de apoyo a sus trabajadores.

Si bien la mayoría de los encuestados cree que sus ventas futuras caerán producto del cataclismo, hay sólo un 24% de las empresas que estima que sus ventas aumentarán debido a que la catástrofe generará una mayor demanda de los bienes o servicios que comercializan.

Pese a que algunas compañías acusan problemas de abastecimiento, suministros básicos y transporte, el 90% de todas las empresas consultadas señaló que – en general – sus precios no habían sufrido alteraciones relevantes.

Las empresas entrevistadas precisaron además el impacto no se limita sólo a los resultados individuales de las compañías, también consideran que el terremoto afectará las proyecciones de crecimiento trazadas para el país con anterioridad al 27 de febrero y que las metas nacionales de empleo también pueden verse impactadas.

El 74% de los encuestados cree que tras el terremoto el plan de gobierno de Sebastián Piñera se verá afectado –principalmente- en sus proyecciones de crecimiento y en su ambición de crear un millón de nuevos puestos de trabajo.

En relación a la normalización del comercio, más del 80% de sus locales se encuentran abiertos al público. Además, más del 50% de los consultados afirma que los locales que están abiertos a público prestan sus funciones con total normalidad.

En cuanto a los daños materiales en infraestructura o en los puntos de ventas alcanzan a cifras próximas al 30% como promedio país.

Por otro lado, más del 50% de los empresarios implementó instrumentos especiales de apoyo para sus trabajadores afectados por el terremoto y tsunamis. En las empresas más grandes los sindicatos fueron los encargados de analizar caso a caso. Las ayudas consistieron principalmente en entrega de dinero, anticipos, préstamos y algunas, incluso adelantaron el pago de la gratificación legal del ejercicio 2009.