Inmediatas reacciones generó la llegada de los exhortos enviados por el juez Baltazar Garzón, debido a una querella por blanqueo de capitales que fue presentada por la Fundación Salvador Allende en contra de la viuda de Pinochet, Lucía Hiriat, y también busca establecer la responsabilidad penal en contra del presidente del Banco de Chile, Pablo Granifo, del ex gerente de la sucursal de Nueva York, Hernán Donoso, y del abogado y ex albacea del general, Óscar Aitken.

Al respecto, la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, criticó el manto de protección que existiría en torno a la familia Pinochet, debido a que aún no se ha logrado aclarar el origen de la fortuna del dictador.

Para el diputado de la UDI Iván Moreira, la motivación del juez español Baltasar Garzón para seguir con esta acción penal, se fundaría solo en la búsqueda de un “protagonismo internacional”.

Quien también se refirió a la revisión que deberá hacer la justicia chilena, fue el hijo del fallecido gobernante, Marco Antonio Pinochet, quien en conversación con La Radio, dijo que Garzón era un magistrado cuestionable.

Garzón pide en los documentos que declaren todos los querellados y que se permita la presencia de la fundación, representada por el abogado Joan Garcés, durante los interrogatorios, si la legislación chilena así lo permite.