Doce artistas contemporáneos chilenos ofrecen una mirada sobre su país en una exposición, “Chile, la otra cara de la moneda”, que abrió el viernes en una galería de los Campos Elíseos de París, a escasos metros del Arco del Triunfo.

La muestra, que estará abierta durante tres meses en el espacio cultural Louis Vuitton en París, en la última planta de la lujosa casa de modas francesa, representa un intento, fragmentario pero interesante, de “capturar la identidad” del arte chileno actual.

“En Francia conocemos a Matta, pero no lo que sucede en el arte chileno hoy”, indicó a la AFP el curador de la muestra, Hervé Mikailoff.

“En los años setenta había un vínculo fuerte entre artistas latinoamericanos y europeos,” añadió. “Estamos tratando de reconstruir esos vínculos hoy”.

La muestra, organizada en el marco de la celebración del bicentenario de la independencia chilena, incluye obras de artistas entre los 28 y 50 años, y que trabajan, a excepción de uno, en Chile.

Tal vez no sorprenda que en varias de las obras la historia de ese país sea el tema central.

El protagonista de la obra de Camilo Yáñez es el Estadio Nacional de Santiago, “testigo” y “epicentro” de la historia chilena del último siglo.

“Todo estadio es un escenario de esperanza y de derrota”, indicó Yáñez. “Esa metáfora, que es deportiva, en Chile funciona de manera real”.

El edificio, que albergó desde la final del Mundial de fútbol de 1962 hasta la ceremonia conmemorando el retorno de la democracia en 1990, acogió a figuras tan disímiles como Fidel Castro y el papa Juan Pablo II.

Pero tal vez su faceta más conocida sea la de centro de detención tras el golpe de Estado de 1973.

El video de Yáñez guía al espectador por un estadio vacío y casi abandonado, que espera el inicio de una remodelación. En el fondo suena la canción “Luchín” de Víctor Jara, sobre un humilde niño que juega con una pelota de trapo.

“Quería descubrir el edificio, contando su historia pero sin decir nada”, indicó el artista. “Y antes de que se borrara la huella arquitectónica de lo que había pasado”.

Otras obras en la muestra se ocupan del Chile de hoy. En una instalación que mezcla video y fotos, Claudia del Fierro trata el proceso de aburguesamiento del centro de Santiago.

“Me interesa cómo el barrio ha ido subiendo de valor, mientras sus antiguos habitantes han sido desplazados o han visto sus espacios reducidos”, señala la artista, que ya expuso la obra en la Bienal de La Habana en 2006.

Sus fotografías resaltan las “contradicciones” de la remodelación de la capital, incluyendo la instalación de réplicas de centenarias lámparas “francesas” o de palmeras, “como si fuera Miami”.

Una reflexión arquitectónica propone también la obra de Nicolás Rupcich, con dos videos en los que varias construcciones recientes, al ser miradas con atención, adquieren aire de absurdo.

Sin embargo, no todas las obras en la muestra tocan temas políticos o sociales. Álvaro Oyarzún trae una serie de dibujos en tinta de extrañas formas que parecen disecciones de especímenes biológicos o figuras tomadas de mapas topográficos, mientras que Tomás Rivas construye versiones en tercera dimensión de planos arquitectónicos del siglo XV.

Completan la exposición obras de Mónica Bengoa, Francisca García, Ignacio Gumucio, Enrique Ramírez y Carolina Saquel.