El gobierno colombiano acusó a la guerrilla de las FARC de aprovecharse políticamente de un grupo de 24 militares y policías rehenes, demorando la liberación unilateral de dos de ellos de cara a las próximas elecciones legislativas y presidenciales.

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“Están jugando con las fechas (electorales de marzo y mayo), buscando algún beneficio mientras estas personas están amarradas a los árboles en la selva”, dijo el alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, en declaraciones a periodistas.

El funcionario aludió de esa manera a la demora que, para el gobierno, las FARC han tenido para informar sobre la fecha y el lugar donde entregarán a los dos uniformados.

“¿Qué están esperando? Probablemente seguir estando en los medios de comunicación y teniendo protagonismo con el tema. Esto es jugar con la miseria de los secuestrados y jugar con la miseria de las familias. Eso es inaceptable”, agregó.

Para el comisionado, esa actitud de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), responde a una estrategia de tiempo para sacar provecho político.

“Si quieren liberarlos, ¿por qué en ocho semanas no nos han dado la información?”, añadió, y aseguró que pese a ello el gobierno sigue abierto y dispuesto a facilitar la liberación.

La declaración de Pearl se produce luego de que el domingo la senadora opositora Piedad Córdoba anunció que la liberación de los dos rehenes se producirá este mes y que Brasil facilitará las liberaciones.

Las FARC ofrecieron en abril de 2009 liberar al sargento Pablo Moncayo, quien lleva doce años en cautiverio, y al soldado Josué Daniel Calvo, así como devolver los restos del mayor Julián Guevara, en un proceso que garantizarían la senadora Córdoba, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la iglesia Católica.

Las FARC -la guerrilla más antigua de Colombia, con un estimado oficial de 7 mil 500 hombres, mantiene en su poder a un total de 24 militares y policías, que plantea intercambiar por unos 500 rebeldes presos.