El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no aceptará las elecciones del domingo aunque sea restituido en el poder antes de que asuma el derechista Porfirio Lobo el 27 de enero porque sería “blanquear” el golpe de Estado, afirmó su canciller Patricia Rodas.

“No acepta ningún acuerdo para su restitución si esto sirviera para blanquear el golpe de Estado militar. Las elecciones no ocurrieron bajo condiciones constitucionales sino bajo profunda violencia y represión”, dijo Rodas en el balneario portugués de Estoril, donde representa a Zelaya en la XIX Cumbre Iberoamericana.

La canciller de Zelaya calificó de “farsa electoral” los comicios en que ganó el derechista Porfirio Lobo al señalar que el abstencionismo fue superior del 65%, aunque señaló que es un “actor político” que debe ser tomado en cuenta en un diálogo nacional.

“El proceso electoral es espurio, es ilegal es inaceptable, pero los actores políticos al igual que el movimiento social son reales y deben ser parte de cualquier acción en la que se tengan que sentar a dialogar todos los sectores”, subrayó.

Los gobernantes de 22 países de Iberoamérica que asisten a la cumbre no lograban un consenso sobre las elecciones, por lo que una declaración especial sobre Honduras no calificará los comicios, admitió Rodas.

“Las elecciones están recogidas en la declaración de manera general porque lo que ha recogido la cumbre, lo único que aceptan los jefes de Estado son los informes respectivos pero no se pronunciará al respecto”, manifestó.

No obstante, la canciller hondureña destacó que la Cumbre condenará el golpe de Estado que sacó del poder a Zelaya el 28 de junio, exigirá la restitución del orden democrático y el cese de la violación de derechos humanos, en lo que ya ha coincidido la comunidad internacional.

“Se está haciendo el esfuerzo de crear una nueva plataforma de la comunidad internacional que respalda el proceso por la vía pacífica y dialogada, que reconoce que en Honduras no existe una institucionalidad democrática y hay que construirla, que reconoce que eso pasa por la restitución del presidente”, añadió.

Rodas dijo no percibir cambios de posición en los gobiernos que rechazaron previamente las elecciones y señaló que los países como Costa Rica, Panamá y Colombia, que las reconocieron, se plegaron a Washington.

No obstante, gobiernos iberoamericanos que rechazaron como ilegítimas las elecciones hondureñas, como Brasil, España y El Salvador, se declararon dispuestos el lunes a evaluar las iniciativas que tome Lobo para restaurar la democracia en Honduras.