Ni Asimov con su Visi-Sonor ni George Lucas con sus músicos del planeta Tatooine pudieron imaginarlo mejor. Se trata del Eigenharp, un instrumento con tantas posibilidades que sus creadores no dudaron en apodarlo “el más expresivo jamás creado”.

Se trata de una barra con 132 teclas sensibles a la presión, una boquilla y dispositivos de control que le permiten transitar desde los sonidos clásicos de un clarinete, hasta la estridencia de los sintetizadores, pasando por la percusión electronica.

Su inventor, el musico y empresario John Lambert, conversó con BBC Mundo sobre el proyecto, el que concibió como una forma de reducir el estrés de los conciertos.

“Los conciertos eran muy divertidos, pero los preparativos eran una pesadilla. Montones de equipos, cables, un estrés sin fin. Al mismo tiempo iba al bar, sacaba mi guitarra acústica de su caja, la afinaba, tomaba un jarro de cerveza y me ponía a tocar”, afirma a BBC Mundo.

El Eigenharp viene en 2 modelos. Uno Alfa pensado en músicos profesionales, a un costo de 6.400 dólares (3.500.000 pesos), y una versión reducida Pico, de 560 dólares (310 mil pesos).

¿Será uno de más de esos instrumentos extravagantes que acaban olvidados en la historia? Lambert no lo cree así.

“Nuestra decisión de hacer que el programa informático para el instrumento se ejecute en una computadora valdrá la pena. Ya estamos viendo la manera de hacerlo compatible con la PlayStation o la Wii”, declaró el músico entusiasmado.

Razones para su optimismo no faltan.