La humedad es la principal razón por la que nuestras toallas acumulan gérmenes y el motivo número uno por el que deberíamos lavarlas con mayor frecuencia.

Según un estudio realizado en la Universidad de Arizona, el 26% de toallas de baño contienen bacterias fecales y Escherichia coli, un organismo que vive en el intestino, por lo que resulta fundamental preocuparnos de su limpieza.

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El doctor Eric Schweiger, de la clínica Schweiger Dermatology de Nueva York explicó al sitio Marie Claire que lo ideal es lavarlas entre 3 o cuatro veces a la semana o de lo contrario acumularán bacterias y moho que perjudicarán nuestra salud.

En el caso de las toallas de cara es distinto ya que según explica el experto, deberían lavarse después de cada uso. “Cuando te lavas o te secas la cara con una toalla sucia, estás reintroduciendo esa suciedad y esas bacterias en la piel” explicó.

Cuando laves las toallas, además de utilizar detergente y suavizante, puedes aplicar vinagre blanco ya que según el sitio I Mujer, este producto ayuda a suavizar las fibras y eliminar impurezas.

Otra cosa que puede ayudar a evitar la humedad y las bacterias es colgarlas de la manera adecuada ¿Cómo? Lo más estiradas posibles, sin amontonarlas y teniendo una ventilación adecuada para que se sequen al 100%.