Con el arribo de las altas temperaturas, niños y adultos comienzan a utilizar las piscinas para combatir el calor que azota al país. No obstante, muchas veces la irresponsabilidad y la osadía de algunas personas puede cambiar este panorama recreativo por un accidente.

Esto puede ocurrir sobre todo con los niños, que por descuidos pueden caer a las piscinas y terminar perdiendo la vida o quedar con gravísimas secuelas.

En conversación con Podría ser peor, Danissa Magliona, enfermera experta en reanimación cardiopulmorar, indicó que la primera recomendación es que los niños siempre deben estar supervisados por un adulto tanto en piscinas como bañeras.

“En el caso de piscinas de condominio deberían estar protegidas por una reja de aproximadamente 1.20 metros, idealmente 1.50 metros de altura y mantenerla cerrada mientras no esté nadie supervisando”, dijo.

Añadió que es muy básico que alguien en el hogar sepa de reanimación, técnica que si se tienen la posibilidad de practicar, puede cambiar el curso de una situación como en el caso de una eventual muerte, salvando a una persona con simples medidas que son fáciles de aprender, según afirmó la profesional.

Respecto al aprendizaje de reanimación cardiopulmonar, Magliona explicó que en general se imparten en estas clases de forma gratuita de primeros auxilio, siendo una enseñanza bastante simple.

“En el caso de la asfixia por inmersión, antes de llevar al niño o adulto a un servicio de urgencia es preferible reanimarlo primero para oxigenar el cerebro y no provocar daño cerebral que se produce alrededor de los 4 a 6 minutos”, dijo

Consejos

Para actuar adecuadamente frente a una situación de emergencia y así salvar una vida, la enfermera entregó las siguientes recomendaciones:

- Si hay una persona con problemas en la piscina, debe sacarla de la zona de agua y disponerla en un área seca -ojalá en una superficie dura- y ver si responde a estímulos.

- En el caso de estar frente a un niño menor de un año, tendría que conferirse golpes secos en las plantas del pie, lo que estimula a que responda y reaccione si éste no se encuentra muy ahogado.

- Respecto a los adultos o un niño mayor de un año, se puede animar desde los hombros y ver si responde a su nombre o al movimiento realizado.

- Si el niño, el lactante o el adulto no responden y si en el momento está otro adulto presenciando la situación, éste debe pedir ayuda al 131.

- Solicitada la ayuda, inmediatamente se realiza la reanimación, la que consistirá en trazar una línea imaginaria que una las tetillas. En el centro del pecho se colocará el talón de la mano, haciendo caer el peso del cuerpo.

- De esta manera, con la mano se realizará la compresión del corazón durante 30 veces.

- Posterior a ello, se harán dos ventilaciones apretándole la nariz a través de un sello hermético con la boca de la persona que realice la reanimación hacia el paciente, comprimiendo la nariz y soplando el tórax durante un segundo.

- Si no resulta, se realiza por segunda vez este ejercicio y de no encontrar reacción, se retomarán las compresiones. Si no responde, recién se pide ayudaa algún tipo de servicio asistencial.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser peor: