Hay situaciones difíciles en la vida de una persona: la muerte, las separaciones, las pérdidas; entre otros eventos realmente tristes, que sumergen al afectado en una temporal o permanente depresión.

Frente a los casos anteriores, muchas veces es complicado encontrar la frase de aliento adecuada que ayude a la persona afectada, y no sonar como un cliché y empeorar la situación.

Al respecto, la psicóloga Andrea Bonior publicó en Psychology Today algunos consejos para no sonar desatinado y evitar algunas frases que no ayudan para nada.

1. “Sé como te sientes”

Aunque suene de lo más empático, estás muy lejos de sentir lo mismo que la otra persona. Aunque hayas tenido una experiencia similar, no hay manera que puedas ponerte en los zapatos del otro.

Cada persona es distinta, y las características psicológicas hacen que las reacciones también los sean, aunque ambas personas hayan vivido la misma situación. Además, comenzar a hablar de ti y de lo que sentiste cuando te pasó lo mismo, lo único que logrará es cambiar el foco de atención de tu amigo hacia tu ego.

2. “Así lo quiso Dios…”

Esta frase puede ser peor aún si la otra persona no cree en Dios. Entre inútil y confusa, esta cita no coopera para nada con el dolor ajeno, más bien puedes ser el propulsor de una rebeldía de tu amigo contra sus creencias. Piensa, si eres cristiano, ¿por qué decir que Dios querría algo malo para ti?, en vez de justificar con los planes del Divino, provocas una sensación de rechazo.

3. “Si necesitas algo, llámame”

¿Realmente piensas que te va a llamar?, si quieres ayudar, es mejor que tú lo llames y preguntes como está. Esa oferta abierta con careta de “comprensivo” no ayuda mucho al dolor de tu amigo. Incluso, para no sentirse malagradecido, tu compañero puede que sienta la obligación de llamarte cuando en realidad no quiere.

4. “Ya pasará”

No sólo disminuye la importancia de la situación, sino que suena parecido a “ya, si no es para tanto”. Es de las peores frases que puedes entregar a alguien con un profundo dolor. Dale tiempo para superar el dolor, y mejor cierra la boca si no tienes nada mejor que decir: el silencio se agradece mucho más que las frases inoportunas.