La justicia rechazó la demanda de una familia de Talcahuano que perdió a una integrante durante el tsunami de 2010, por lo que buscaban del Fisco una indemnización de 2 mil millones de pesos. El fallo sostiene que no se acreditó la falta de servicio de parte del Estado.

El caso es el de la familia Gatica Valdebenito, que habitaba una casa en pleno centro del puerto, en la calle Blanco Encalada, la que fue azotada y destruida por las olas la madrugada del 27 de febrero de 2010.

El testimonio es de Marioly Gatica, al recordar la tragedia en la cual su madre Nery Valdebenito perdió la vida, salvándose por milagro -dice- los otros siete miembros de la familia.

El argumento de la demanda es que, según la mujer, las autoridades anunciaron públicamente poco después del terremoto que no abandonaran sus casas, pues no había alarma de tsunami.

Hasta ahora la única acción legal con éxito es la que obligó al Estado a pagar 55 millones de pesos a la familia de Mario Ovando, quien falleció producto de las lesiones con que quedó al ser alcanzado por las olas.

Su abogado, Adolfo Ortega, explicó que los argumentos de las demandas han ido por dos vertientes, la que responsabiliza al entonces intendente Jaime Tohá y otra derechamente a las autoridades por no advertir del maremoto.

En el caso de la familia Gatica Valdebenito la sentencia es de primera instancia, por lo que el abogado Ramón Valverde trabajaría en una apelación ante la Corte de Concepción.