Causas judiciales que esperan su trámite desde hace tres años existen en la Corte de Apelaciones de Concepción, situación que agobia e indigna a los afectados. El tribunal de alzada respondió a las críticas y aseguró que se trata de casos excepcionales.

En primera instancia, Gastón Cid y otros damnificados del edificio Centro Mayor fueron favorecidos con 540 millones de pesos en indemnización, al determinarse la responsabilidad de la constructora por los daños tras el terremoto.

El fallo fue apelado por la empresa demandada y desde mayo de 2012 los afectados esperan que la Corte de Apelaciones penquista se pronuncie, de manera de empezar a dejar atrás la pesadilla vivida.

Por eso, Cid realizó un llamado a los jueces para que agilicen la vista del proceso.

Para Norma Panes, esposa de un detenido desaparecido de Santa Bárbara, es incomprensible lo que ocurre en el tribunal de alzada.

Jorge Cerna espera desde hace dos años para que se falle una demanda contra la Universidad del Desarrollo, donde estudiantes le realizaron un tratamiento odontológico, procedimiento que lo llevó a perder su dentadura.

En primera instancia ganó la acción legal, sin que hasta ahora pueda cobrar la indemnización.

La explicación la entregó el presidente de la Corte, ministro Jaime Solís. Asegurando que no hay atraso en el tribunal de alzada, el magistrado atribuyó los casos puntuales a la complejidad de las causas y también a los abogados intervinientes.

Además dijo, este año estuvieron sin la totalidad de los ministros de la Corte, dos relatores menos, lo que puede influir -dijo- en las situaciones de las que dieron cuenta afectados.