Con un amplio contingente de Gendarmería se desarrolló en Osorno la lectura de sentencia de la comunera mapuche Maritza Alvarado Tranallao, de 31 años, acusada del robo de 40 pinos que son considerados propiedad de Forestal Valdivia.

Alvarado Tranallao, que es madre de dos menores y presenta un embarazo de tres meses, fue condenada a 41 días de presidio remitido, por lo que cumplirá la pena en libertad, con la opción de la reclusión nocturna o firma mensual por un año.

Además, estará sujeta a la vigilancia de la unidad administrativa del centro de reinserción social.

Tras conocer la sentencia, la mujer insistió en su inocencia, aludiendo que existen documentos legales que indicarían que los terrenos donde estaban los árboles eran de propiedad de sus antepasados, y en el cual actualmente ni siquiera existe un cerco levantado por la forestal para delimitar las tierras.

Por su parte, el defensor penal público de Osorno, Iván Cárdenas, manifestó que lamentablemente en ésta instancia primó un criterio formalista, donde no se consideró la disputa que la comunera lleva por años para intentar acreditar que eso terrenos le pertenecen.

Por ello, ahora les toca revisar en detalle la resolución judicial, a fin de poder entender cuáles fueron los antecedentes que los jueces tomaron en consideración para dictar la condena.

En tanto, la concejala por San Pablo y ex consejera nacional indígena, Emilia Nuyao, expresó que nuevamente la justicia dicta una sentencia en favor de privados, resolución a la que se llegó luego de que el fiscal Rodrigo Oyarzún se dedicara sólo a inculpar a la comunera, sin tomar en consideración los antecedentes históricos.

Así, emplazó al persecutor a hacer bien su trabajo, y no sólo a sacar conclusiones porque el denunciante es un privado, según señaló.

En la misma línea, insistió en que la investigación debió ser más a fondo, porque mantienen la posición de que los terrenos no son de la forestal, sino que fueron expropiados por el Fisco.

Recordemos que el hecho se remonta a enero y febrero de 2012, cuando Maritza taló los árboles para uso personal, tras lo cual fue llevada a juicio ese mismo año. En esa ocasión resultó sentenciada a 541 días, lo cual quedó sin efecto luego de que la Corte de Apelaciones de Valdivia acogiera un recurso de nulidad. De esta forma, la acción derivó en este segundo juicio.