Cuando uno va a un restaurante, nunca espera recibir posteriormente una carta del dueño. Menos, si ésta critica directamente la condición sexual de las comensales.

Así le ocurrió en Carolina del Norte (EEUU) a una pareja de mujeres, integrada por Arielle y Shawnee McPhail -esta última defensora de los derechos de jóvenes homosexuales y lesbianas-, cuando visitaron el local “Stingray Café”.

A su salida, el dueño del local, Ed McGovern, se acercó a la pareja y les entregó una carta solicitándoles que reevaluaran su vida.


Parte de la carta sostenía:

“Por favor, miren sus vidas. Miren cómo daña a cada una de las personas que las rodean. Y pídanle a Dios que les abra los ojos antes de que sea tarde.

El amor de Cristo.

P.D: Mi hija también era gay. Destruyó su vida y la de mi nieto.

Ante esto, McPhail publicó un blog en The Huffington Post en el que detalló la molesta situación indicando que nunca se besaron en público, sino que sólo se tomaron de la mano.

“Las lesbianas y los gays no son monstruos al acecho en medio de la gente normal en tu restaurante, monstruos de los cuales necesitas proteger a tus hijos. Somos personas normales. Tenemos hijos. En vez de concentrarnos en lo que nos separa, fijémonos en lo que nos une”, señaló la mujer.

Por último, te dejamos con la imagen que muestra la carta entregada a la pareja, en la cual se destaca el mensaje precisado anteriormente.

Shawnee McPhail

Shawnee McPhail