Una galleta que el explorador Ernest Shackleton se llevó a una expedición a la Antártida de 1907 a 1909 fue vendida a un coleccionista anónimo por 1.250 libras (Casi un millón de pesos chilenos) en una subasta organizada este jueves en Londres, anunció la casa Christie’s.

La galleta, que no alcanzó su estimado máximo de 1.500 libras, era una de las miles que se llevó Shackleton cuando lideró la Expedición Nimrod.

Fabricadas especialmente por la empresa británica Huntley and Palmers, estas galletas tenían una mayor consistencia debido al agregado de proteínas de leche para suministrar la energía necesaria al grupo durante su periplo.

La expedición llegó a unos 160 kilómetros del Polo Sur pero se vio forzada a dar media vuelta y durante el viaje de regreso, los hombres tuvieron que conformarse con medias raciones para no morirse de hambre.

En un momento particularmente difícil de la expedición, Shackleton, cedió su parte a un compañero que luego escribió en su diario: “Esta galleta valía todos los tesoros”.

La galleta, que hasta ahora pertenecía también a un coleccionista privado, fue hallada en un refugio en el campo base de la expedición.

En 2001, una galleta de otra expedición de Shackleton alcanzó un precio récord de 7.637 en una subasta organizada también por Christie’s.