El diseñador británico John Galliano, de 50 años, fue hallado culpable de haber proferido insultos antisemitas, por lo que fue sentenciado a una multa de 6.000 euros en suspenso, en una audiencia celebrada el jueves en el Palacio de Justicia de París.

El genial ex director artístico de la casa Christian Dior, que lo despidió el primero de marzo pasado a raíz del escándalo, no estuvo presente durante la audiencia.

Galliano, que fue objeto de dos demandas por insultos antisemitas y racistas proferidos en dos ocasiones contra clientes de un bar del barrio parisino del Marais, podría haber sido condenado a una de pena de hasta seis meses de cárcel y 22.500 euros de multa (31.000 dólares).

La pena impuesta por el Tribunal Correccional de París fue mínima, condenando al modista a sólo 4.000 euros de una multa en suspenso, por un primer incidente ocurrido el 24 de febrero pasado, y a 2.000 euros de multa en suspenso por el segundo incidente, registrado el 8 de octubre de 2010, en el mismo bar La Perle.

Estas multas sólo deberán ser pagadas si el diseñador británico – quien dominó el mundo de la moda durante 15 años, durante los que llevó a Dior a obtener millonarias ganancias- vuelve a proferir insultos antisemitas y raciales, según estipula la legislación francesa.

El 22 de junio, ante el Tribunal Correccional de París, el modista nacido en Gibraltar, hijo de un plomero anglo-italiano y de una española, confesaba que padecía una “triple adicción” al alcohol, los somníferos y el valium.

“No recuerdo muy bien lo que pasó”, aseguró John Galliano que confesó a los jueces que en el momento de los hechos que se le imputan estaba “sobrecargado” de trabajo y que por ello se dedicó a beber y a consumir tranquilizantes.

Una de las demandas fue presentada por una mujer que afirma que en el bar La Perle, Galliano la insultó el 8 de octubre de 2010 gritándole “fucking ugly jewish bitch” (puta y fea judía de mierda).

La otra demanda se refiere a un episodio ocurrido el 24 de febrero en el mismo bar, donde Galliano insultó a personas sentadas en una mesa contigua.

“Amo a Hitler (…) Gente como ustedes estarían muertos. Sus madres, sus padres serían unos putos gaseados”, les dice Galliano en un video grabado con un teléfono celular, difundido días después por el diario británico The Sun y proyectado ante el tribunal.

“Nunca han sido mis convicciones”, se defendió Galliano antes de disculparse por “la emoción provocada por este asunto”.

La fiscal, Anne de Fontette, había pedido al menos 10.000 euros de multa. Admitió que Galliano “no es un teórico del racismo antijudío” pero refleja el “racismo y el antisemitismo cotidiano, el de los aparcamientos y los supermercados, lamentable y espantoso”.

Galliano – que no sólo dirigía todas las líneas femeninas, alta costura y prêt-a-porter de Dior, sino que era también responsable de los perfumes y de la imagen global de la firma, que pesa 12.000 millones de euros – se halla ahora desempleado, y su futuro y el de su marca, propiedad de LVMH, el grupo de lujo que es propietario de la sociedad Dior Couture, son inciertos.

Se prevé que en los próximos días la casa Dior nombrará al estadounidense Marc Jacobs, director artístico de Vuitton desde 1997, para ocupar el puesto dejado vacante por Galliano desde marzo.

Según publicaciones especializadas, responsables de Dior y los abogados de Jacobs, de 48 años, celebraron recientemente en París conversaciones a ese respecto.

Mientras tanto, Jacobs prepara en Nueva York el desfile de su propia marca durante la Semana de la Moda, que abre los desfiles que tienen lugar en Londres, Milán y París.