El ministro peruano de Defensa, general en retiro Daniel Mora, propuso una solución de “punto final y de reconciliación” con el fin de paralizar los juicios contra militares acusados de violaciones de derechos humanos durante la guerra interna contra guerrillas de ultraizquierda.

“Creo que debemos llegar a una solución de punto final, de reconciliación del país, no podemos estar permanentemente en esto (investigación a militares). No puede haber juicios que se destapen después de 40 años”, dijo el ministro el jueves a la emisora de la ONG Instituto de Defensa Legal (IDL)

Mora opinó que “hay que emplear la ley con toda justicia, equilibrio, pero no puede haber reparaciones solamente para las víctimas del terrorismo, también fueron víctimas muchas personas de las Fuerzas Armadas”.

Según el ministro, muchos militares “han quedado inválidos y no tienen nada; sin embargo, a una supuesta víctima del terrorismo le dan 200.000 dólares y a un soldado víctima no le dan nada”.

Perú vivió una guerra interna que se inició en 1980 con acciones armadas de la organización maoísta Sendero Luminoso, a la que se sumó años después el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), de orientación guevarista.

El conflicto dejó 70.000 muertos y desaparecidos en un lapso de veinte años, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación que realizó un estudio de lo que ocurrió en esa época.

El titular de Defensa también planteó “eliminar para siempre el tema de decir que fue una política deliberada del Estado de violación de derechos humanos.

Por ello dijo creer que “es fundamental (resolver) para ir camino a una reconciliación que el país necesita. El país, si quiere ir creciendo, debe eliminar todas esas aristas porque también afectan al desarrollo, aunque parezca mentira”.

Mora aclaró que “las Fuerzas Armadas no están a favor de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la violencia política y se mostró a favor de que representantes de los defensores de derechos humanos visiten los cuarteles”.

Señaló también estar de acuerdo “en que en que hay que definir las responsabilidades individuales” en casos de violaciones de derechos humanos.

Sendero Luminoso fue derrotada a mediados de la década de los 90 y su líder y fundador, capturado en 1992, cumple cadena perpetua en una prisión militar. Sus lugartenientes igualmente están presos cumpliendo largas condenas.

El líder del MRTA, Víctor Polay Campos, también está preso desde 1992 cumpliendo una sentencia a 30 años de cárcel.