Jóvenes convocados por organizaciones de estudiantes argentinos y chilenos marcharon el jueves ante la embajada chilena en Buenos Aires para exigir justicia por el asesinato de un adolescente la semana pasada durante una protesta en Santiago.

“Cuando uno cae, miles se levantan”, rezaban las pancartas que llevaban los manifestantes con el rostro de Manuel Gutiérrez, el adolescente de 16 años que murió el 25 de agosto por un disparo por el que se acusa a la policía, en el transcurso de un paro general de 48 horas convocado por la CUT.

Los manifestantes se apostaron frente a la embajada con cirios en sus manos, convocados por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y la Asamblea de Estudiantes Chilenos Exiliados por la Educación en Argentina.

“Nuevamente nos movilizamos para apoyar la fundamental lucha de los jóvenes chilenos. Exigimos, antes que nada, el juicio y el castigo a los responsables materiales del brutal asesinato de Manuel Gutiérrez, de tan sólo 16 años, caído por las balas de la represión ordenada por (el presidente Sebastián) Piñera”, dijo Alejandro Lipcovich, presidente de la FUBA.

Unos 5.000 chilenos estudian actualmente en Argentina, no sólo en la capital Buenos Aires, sino en las ciudades de Mendoza (limítrofe con Chile), Rosario y Córdoba, según datos de la Asamblea.

Los estudiantes de Chile han exigido en masivas protestas durante 3 meses reformas en la educación pública, lo que forzó a Piñera a convocar para el sábado próximo una reunión con ellos.

Buena parte del actual sistema educativo chileno está en manos privadas, tras las reformas realizadas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Actualmente solo 40% de los alumnos concurre a colegios públicos gratuitos, mientras que a nivel universitario no hay posibilidades de estudiar gratis.