El caso Karadima sigue haciendo noticia. Este jueves, la ministra a cargo de investigar esta causa, Jéssica González, decidió allanar la oficina del abogado del sacerdote, Juan Pablo Bulnes, el mismo que está apelando la condena que dictó el Vaticano. La jueza se llevó, entre otras cosas, el expediente de la Santa Sede y dejó a varios perplejos con la medida.

Perplejos porque se suponía que el trámite de solicitud de esta condena secreta ya estaba andando: la Corte Suprema ya había dado el “vamos” al exhorto para pedirle al Vaticano su cooperación. La jueza está trabajando a toda marcha porque, se dice, está buscando algún caso de abuso más reciente y que no esté prescrito.

Y mientras todo esto pasa, se espera la intervención eclesial en la Parroquia de El Bosque. En todo caso, al parecer el caso Karadima no ha afectado la adhesión de los feligreses de ese recinto. Las misas siguen atiborradas, aunque un estudio ha descubierto que lo sucedido habría tenido su impacto en esa comunidad.

Para tratar este tema conversamos con MARCELO GIDI, sacerdote jesuita y experto en Derecho Canónico; y también con CATALINA GUTIÉRREZ, periodista, autora de la tesis del Magíster de Opinión Pública de la Universidad Diego Portales “Manifestaciones en feligreses de la Parroquia El Bosque de las denuncias sobre de abuso sexual que involucran a sacerdotes de la iglesia católica chilena”.

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