El presidente Barack Obama se dirigía el miércoles a Arizona para homenajear a las víctimas del mortífero tiroteo en Tucson, al tiempo que la líder ultraconservadora Sarah Palin negaba vínculos entre el hecho y la retórica violenta a la que recurre su bando político.

Se prevé que Obama viaje acompañado de su esposa Michelle, del secretario de Justicia, Eric Holder, y de la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, ex gobernadora de Arizona (suroeste).

Unas 14.000 personas son esperadas en la Universidad de Arizona en medio de extremas medidas de seguridad.

Se espera que el Presidente pronuncie un discurso en la universidad de la ciudad en homenaje a las seis personas muertas y las 14 heridas en el atentado contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital, aunque los médicos anunciaron el martes que podía respirar por sí misma.

“Estoy feliz de anunciarles que está aguantando”, declaró en rueda de prensa Michael Lemole, neurocirujano del University Medical Center (UMC) de Tucson.

“Responde a estímulos simples y pudimos reducir las dosis de calmantes”, agregó.

El viaje de Obama ocurre luego de que la familia del autor del tiroteo pidiera disculpas a los familiares de las víctimas en un comunicado emitido el martes.

“No hay palabras que puedan explicar cómo nos sentimos. Desearíamos que existieran (las palabras), así podríamos hacerlos sentir mejor. No entendemos porqué pasó esto”, dijo la familia de Jared Loughner de 22 años.

“Puede que esto no haga ninguna diferencia, pero desearíamos cambiar los acontecimientos atroces del sábado. Nos preocupan profundamente las víctimas y sus familias, y sentimos mucho sus pérdidas”, agregó.

Loughner compareció ante el juez federal por primera vez el lunes en Phoenix, capital del estado, acusado de homicidio y homicidio en grado de tentativa. Sigue sin saberse qué motivo sus actos.

El miércoles, la Cámara de Representantes, donde Giffords inició la semana pasada un tercer mandato de dos años, rendirá un homenaje a las víctimas del drama. Entre los asesinado figura un juez federal y una niña de 9 años.

Desde el tiroteo, varias fueron las denuncias de demócratas contra el uso de imágenes y metáforas sobre las armas en los discursos políticos, en particular por parte de los ultraconservadores del “Tea Party”.

Sin embargo, la líder de esta fracción del partido republicano, la ex gobernadora y candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Sarah Palin, tildó el miércoles de “libelo de sangre” las acusaciones según las cuales un tablero político caldeado habría contribuido al tiroteo el miércoles.

“Especialmente en las horas trágicas siguientes, periodistas y expertos no deberían fabricar libelos de sangre que sólo sirven para incitar al odio y a la violencia que pretenden condenar”, dijo en un mensaje grabado en video difundido en internet.

La expresión “libelo de sangre” refiere a las falsas acusaciones de las cuales fueron víctimas algunas minorías religiosas como los judíos, acusados de matar personas para usar su sangre en rituales.