Un análisis de los censos del INE de 1952 a 2002, de estadísticas demográficas y tendencias de las encuestas Casen de 1990 a 2009 y de cifras del Registro Civil de 1990 a 2010, le permitió concluir a Ricardo Viteri, director del portal especializado en divorcios, www.separadosdechile.cl, que mientras los casados disminuyen aceleradamente, aumentan explosivamente los convivientes .

Joe Zlomek en Stock.xchng

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El director de Separadosdechile.cl señaló que el censo de 1952, el primero que contabilizó separadamente a casados y convivientes , reveló la existencia de 126 mil convivientes y 1 millón 771 mil casados. Cuarenta años más tarde, los convivientes aumentaron a más de 537 mil arrojando un alza de un 326%, mientras que los casados sumaban 4 millones 899 mil, con un alza de sólo un 177 por ciento.

“Sin embargo en el censo de 2002 se puede constatar que entre 1992 y 2002 hubo un fuerte incremento de los convivientes”, explica Viteri y agrega que, “en ese periodo de apenas 10 años, los convivientes aumentaron en una cifra superior a la de los 40 años anteriores, sumando 994 mil en todo el país, mientras que los casados aumentaron apenas en 282 mil en el mismo periodo, contabilizándose en el 2002, cinco millones 181 mil casados”.

Al comparar las cifras de casados en las encuestas Casen-Mideplan de 2000 (5.180.946 casados ) y de 2009 (5.093.593 casados ), se aprecia una importante baja de 87.353 casados en ese periodo y, similar merma se observa al comparar las cifras de la encuesta Casen 2009 con las del censo del INE del 2002. En contraste con esa realidad, las encuestas Casen-Mideplan del 2000 y 2009 registran 1 millon 046 mil y 1 millón 704 mil convivientes respectivamente, observándose como promedio, un aumento de poco más de 73 mil convivientes por año.

“Si bien los matrimonios y uniones de hecho han coexistido desde hace más de 200 años, no es menos cierto que desde la decada del 90 en adelante, los chilenos se están separando más y prefieren mayoritariamente convivir a casarse. Tal tendencia no ha variado con la ley que legalizó el divorcio, por tanto, junto con regular las convivencias, lo que nos debe importar como sociedad, es que cuando se produzca la unión de la pareja, sea matrimonial o de convivencia, ésta perdure en el tiempo. Así las cosas, el fortalecimiento de la familia chilena es en la actualidad , el mayor y más urgente desafío del Estado”, señaló Viteri.