7 personas fueron asesinadas a tiros la noche del miércoles en el departamento colombiano de Antioquia tras asistir a un sepelio, en lo que constituye la tercera matanza en menos de una semana en esa región del noroeste del país, informaron fuentes oficiales el jueves.

“Cerca de las 9 de la noche, el grupo que se trasladaba en 2 vehículos fue atacado. Murieron 7 personas, 2 quedaron heridas y 4 resultaron ilesas”, declaró a la AFP un portavoz de la gobernación de Antioquia.

Según este funcionario, las víctimas acababan de asistir al sepelio de un militar retirado en la localidad de Uramita, unos 200 km al oeste de la ciudad de Medellín, capital del departamento.

El secretario de gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón Cardona, a cargo de la seguridad, indicó por su parte que las víctimas pertenecían todas a una misma familia y que dos de ellas eran menores de edad.

La gobernación decidió convocar este jueves un consejo de seguridad extraordinario para examinar las causas de la ola de violencia que se ha desatado en la región y las respuestas a ofrecer.

La noche del 1 de julio, 8 personas murieron en circunstancias similares en la localidad de Envigado, a las afueras de Medellín. Tres días después, otras 4 personas fueron asesinadas en Cisneros, también en el departamento de Antioquia.

Las autoridades locales piensan que podría tratarse de actos de represalias entre bandas de narcotraficantes. “Sólo son presunciones”, advirtió el portavoz.

Según datos facilitados a la AFP por el Instituto Nacional de Medicina Legal entre enero y mayo de 2010 se reportaron 887 homicidios en Antioquia, un aumento notable respecto al mismo período del año anterior (714).

Ya en 2009, se había desencadenado la violencia en esta región de Colombia, con 4.481 asesinatos (2.399 en 2008), lo que da una tasa cercana a 75 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de América Latina.