La muerte del premio Nobel José Saramago silencia a una pluma que defendió “a los menos favorecidos y atacó los grandes poderes, pero que sobre todo mostró su malestar contra la injusticia”, señaló este viernes el Partido Revolucionario Democrático (PRD, izquierda) de México.

Saramago “fue un revolucionario. No es solamente un gran orgullo de los portugueses, sino de los excluidos en todo el mundo”, señaló la congresista Sofía Corichi, secretaria de la comisión de Educación, Cultura y Ciencia del PRD al hacer un pronuncimiento sobre la muerte del escritor.

La muerte de Saramago mereció un amplio despliegue en los medios mexicanos que dedicaron amplios espacios a reproducir entrevistas que en el pasado les concedió el escritor, como una de 2007 al diario El Nuevo Día, en la que aseguró que la “inmortalidad no existe” y lo único seguro “es el olvido”.

“¿Por cuánto tiempo mis lectores van a preguntar por mis libros? En estos tiempos hay una relación muy estrecha entre Gabo (Gabriel García Márquez) y sus lectores, entre mis lectores y yo, pero no podemos decir cómo será en 50 ó 100 años. Algún día todo caerá en el olvido. Ahí, en el olvido, es que nos vamos a encontrar todos, antes o después”, señaló entonces Saramago.