El 2007 se inició la construcción del nuevo Gimnasio del Liceo Enrique Molina Garmendia de Concepción, que con más de 180 millones de pesos recibidos desde Chiledeportes, y luego de utilizados estos recursos, la municipalidad de Concepción solicitó 49 millones de pesos para obras de terminación, los cuales facilitó la Subsecretaría de Desarrollo Regional.

La primera parte de los trabajos estuvo en manos de la Constructora Andes y Compañía Limitada, tras el debido proceso de licitación pública. Sin embargo, contraloría fiscalizó la segunda parte de la obra, y detectó que fue contratada la misma empresa, con la modalidad trato directo, aún cuando superaba las 200 UTMs, lo que exige de acuerdo a la ley licitar.

El informe insiste en que se pudo vulnerar el principio de probidad administrativa, por omitir o eludir una propuesta pública.

Contraloría ordenó a la Municipalidad de Concepción que instruyera una sumario para aclarar los hechos, y determinar si los funcionarios involucrados tenían alguna responsabilidad. Sin embargo, esta investigación terminó con un sobreseimiento, ya que no se logró acreditar la existencia de irregularidades.

Esta misma fiscalización detectó problemas en otra obra de establecimientos educacionales, la Escuela Chile España, donde se deberá corregir la colocación de planchas del edificio administrativo, para evitar filtraciones en futuras lluvias.