Microsoft Rusia se encuentra bajo el ojo vigilante del ente anti-monopolios del país europeo, específicamente se investiga una violación a las leyes por una evidente reducción en el suministro del sistema operativo Windows XP.

La investigación se inició en junio por las sospechas de que la compañía disminuyó la oferta del producto antes mencionado, además de irregularidades en los precios del producto.

Es importante destacar que gran parte de los ingresos de Microsoft provienen de clientes que pagan licencias de largo plazo y que les permiten actualizar los nuevos programas. Es ahí donde se produce el mayor problema, pues muchos clientes no actualizan a tiempo sus programas, obligando a Microsoft a dar soporte a antiguas versiones de tales productos.

La acusación se resume en que la compañía atrapa a sus clientes y no permite la libre competencia con otros productos, además se acusa de detener la venta de Windows XP, para obligar a los consumidores a usar Windows Vista, sucesor del producto antes mencionado.

Nikolai Pryanishnikov, presidente de Microsoft Rusia, se defendió de las acusaciones argumentando que el producto se encuentra a disposición de los clientes y por lo mismo se han vendido 1,2 millones de copias.

Por su parte argumentó que el reemplazo del producto por nuevas versiones es una práctica habitual en todas las compañías y por lo mismo se ofrecerá gratuitamente a sus clientes los programas Windows Vista Home Basic y Windows Vista Home Premium en reemplazo de Windows XP Home.